En la esencia de cualquier democracia se encuentra el proceso electoral, un mecanismo a través del cual los ciudadanos ejercen su derecho más fundamental: el voto. Este acto, aparentemente simple, es el pilar sobre el cual se erigen las instituciones democráticas y se legitima la autoridad de los gobernantes.
Sin embargo, la eficacia y legitimidad de este proceso no dependen únicamente de la correcta ejecución de los procedimientos electorales, sino también de la responsabilidad democrática que asumen tanto los actores políticos como los electores. La responsabilidad democrática en los procesos electorales se manifiesta en diversas dimensiones que son cruciales para el fortalecimiento de la democracia.
La responsabilidad de los ciudadanos
La base de cualquier democracia reside en sus ciudadanos. La responsabilidad democrática de los votantes va más allá del acto de votar. Implica una participación informada y consciente, donde el elector se informa sobre las propuestas y perfiles de los candidatos, comprende las implicaciones de sus políticas, y ejerce su voto de manera reflexiva.
Además, esta responsabilidad incluye el compromiso con el respeto a los resultados electorales y la promoción de un diálogo constructivo post-electoral. La Responsabilidad de los Candidatos y Partidos Políticos Por otro lado, los candidatos y partidos políticos tienen la responsabilidad de conducirse con integridad y transparencia.
Esto significa presentar propuestas claras y factibles, abstenerse de la desinformación y el ataque personal, y comprometerse a aceptar los resultados electorales. Su conducta debe fomentar un ambiente de respeto y diálogo, donde prevalezca el interés común sobre las ambiciones partidistas o personales.
Para Joseph Schumpeter, en ¨La síntesis moderna¨, declara que: ¨la democracia implica cierta libre competencia ahí donde existen al menos dos competidores por el poder político (en realidad, la lucha por la capacidad de formar gobierno). Este es un avance sobre el monopolio de la dictadura. Y trae ventajas manifiestas para todos los miembros de la comunidad¨.
La responsabilidad de las instituciones electorales
Las instituciones encargadas de organizar y supervisar los procesos electorales juegan un papel fundamental en la preservación de la democracia. Su responsabilidad es garantizar que las elecciones sean libres, justas y transparentes. Esto incluye desde la correcta implementación de la logística electoral hasta la promoción de medidas que aseguren la inclusión y participación de todos los sectores de la sociedad. Asimismo, deben actuar con imparcialidad y eficiencia en la resolución de controversias electorale.
La Corte Internacional de los Derechos Humanos (CIDH), mantiene el concepto de que: ¨El abstencionismo electoral en los distintos sistemas políticos El abstencionismo electoral se plantea desde perspectivas distintas en los regímenes democráticos y en los regímenes autoritarios.
En los primeros puede suponer la existencia de corrientes políticas que no se integran en el juego político normal, si bien con carácter general responde a impulsos o motivaciones individuales plenamente respetadas y asumidas incluso cuando sobrepasan determinados límites porcentuales¨.
Es en ese órden que la referida insitución plantea que en los regímenes autocráticos, en los que se pone especial énfasis (a veces adulterando las cifras) en conseguir las mayores tasas de participación electoral, lo que se entiende que la no participación se considera la expresión pública de una oposición y está expuesta, además de las sanciones legales, pues el voto se considera más un deber que un derecho–, a otras sociales.
La responsabilidad de los medios de comunicación
Los medios de c omunicación tienen el deber de informar de manera objetiva y veraz, evitando convertirse en instrumentos de desinformación o polarización. Su papel es crucial para que los ciudadanos puedan tomar decisiones informadas.
Esto implica un compromiso con la verificación de los hechos, la presentación equilibrada de las propuestas de los candidatos y la promoción de debates que enriquezcan el discurso público.
Según Juan Ignacio García Rodríguez, en un panel publicado por la Organización de Estados Americanos (OEA) respecto a: ¨El rol de los medios de comunicación durante los procesos electorales ¨ señala que una de las funciones fundamentales de los medios de comunicación en los procesos electorales es la sagrada labor de denunciar las irregularidades que se pueden presentar en un proceso neurálgico para la democracia y es en ese sentido que desempeñan una función contralora.
Esta situación se viene dando con mayor frecuencia con respecto a la información cada vez más extendida de los procesos electorales que se realiza por parte de los organismos electorales, como son los sitios Web de cada organismo; a su vez, este canal de difusión se refuerza con la labor responsable de los medios tradicionales, no solo para la transmisión de los resultados, sino, para la cobertura de los acontecimientos que se presentan en el transcurso del proceso, el cual en la República Dominicana se ha estado experimentando avances significativos en los últimos años.
Conclusión
José Thompson en su ponencia sobre ¨Participación, democracia y derechos humanos¨ resalta que: En los tiempos actuales, pareciera sorprendente que alguien pudiera poner en duda que la democracia se define por su carácter de representatividad, no sólo porque es la representación la nota definitoria de las democracias, sino porque, en el mismo marco que los derechos humanos proporcionan, el elegir y ser elegido, esto es, la práctica de la representación misma, son parte esencial de los derechos políticos.
La responsabilidad democrática en los procesos electorales es un compromiso compartido que garantiza la salud y estabilidad de la democracia. Requiere de una ciudadanía activa y bien informada, candidatos y partidos políticos que actúen con integridad, instituciones electorales eficientes y transparentes, y unos medios de comunicación que se adhieran a los más altos estándares éticos. Solo a través de este compromiso colectivo es posible construir una democracia robusta, inclusiva y representativa.
Publicado en https://elnuevodiario.com.do/responsabilidad-democratica-en-procesos-electorales/